Seguridad y Política Exterior: Desafíos Clave de Boric en 2025

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El gobierno de Gabriel Boric enfrenta desafíos significativos en materia de seguridad y política exterior en 2025. A medida que se acerca el final de su mandato, el presidente busca consolidar sus logros y abordar las críticas de la oposición.

Seguridad: Una Prioridad Constante

Desde su primera cuenta pública en 2022, Boric ha destacado la importancia de la seguridad ciudadana. A pesar de los esfuerzos iniciales por restringir el acceso a armas de fuego, la realidad del aumento de la delincuencia ha obligado al gobierno a priorizar el fortalecimiento de las fuerzas policiales y la inversión en programas de seguridad.

Los planes Contra el Crimen Organizado y Calles Sin Violencia han recibido una inyección significativa de recursos, beneficiando a instituciones como Carabineros, la Policía de Investigaciones y el Ministerio Público. Se espera que Boric destaque estos programas en su próxima cuenta pública, resaltando el compromiso del gobierno con la seguridad hasta el final de su mandato en marzo de 2026.

Inversión en Seguridad

  • Más de $241 mil millones invertidos en el Plan Contra el Crimen Organizado (PNCO) entre 2022 y 2025.
  • Recursos destinados a la renovación de equipos y la mejora de la infraestructura policial.

Política Exterior: Tensiones con Israel

La decisión de Boric de retirar a los agregados militares de la embajada chilena en Tel Aviv ha generado controversia y críticas. La oposición y la Comunidad Judía han cuestionado la medida, argumentando que responde a una política exterior “ideologizada” que debilita las relaciones diplomáticas y pone en riesgo la seguridad de los ciudadanos chilenos en Israel.

El gobierno ha defendido su postura, argumentando que se trata de una señal de protesta ante la ofensiva en Gaza y un compromiso con los derechos humanos. Sin embargo, las críticas persisten, y se teme un posible deterioro de las relaciones bilaterales y una menor capacidad de cooperación en materia de seguridad e inteligencia.

El futuro de la política exterior chilena bajo la administración Boric sigue siendo incierto, mientras el gobierno busca equilibrar sus principios con la necesidad de mantener relaciones estratégicas y proteger los intereses nacionales.