¡Alerta! Murió por ameba come cerebros tras usar agua contaminada
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Tragedia en Texas: Infección cerebral fatal tras usar agua contaminada
Una mujer de 71 años en Texas, Estados Unidos, falleció a causa de una infección cerebral devastadora provocada por la ameba Naegleria fowleri, comúnmente conocida como la 'ameba come cerebros'. Lo que hace este caso particularmente alarmante es que la infección se produjo después de que la mujer utilizara agua contaminada para limpiarse la nariz.
Según reportes del New York Post, la mujer contrajo la infección luego de sonarse la nariz con agua que, sorprendentemente, provenía de un suministro de agua considerado seguro para el consumo. Este detalle contradice la creencia común de que estas amebas se encuentran principalmente en ríos, lagos y aguas termales.
¿Qué es la ameba 'come cerebros' y por qué es tan peligrosa?
La Naegleria fowleri es un microorganismo que reside en aguas dulces cálidas. Si bien las infecciones son raras, cuando esta ameba ingresa al cuerpo a través de la nariz y llega al cerebro, causa una enfermedad llamada meningoencefalitis amebiana primaria (MAP). La MAP es una infección cerebral extremadamente agresiva y, lamentablemente, tiene una tasa de mortalidad superior al 97%.
Los síntomas iniciales pueden incluir dolor de cabeza, fiebre, náuseas y vómitos. A medida que la infección progresa, pueden aparecer rigidez en el cuello, confusión, convulsiones e incluso alucinaciones.
¿Cómo protegerte? Consejos y recomendaciones
- Hervir el agua: Siempre que sea posible, hervir el agua antes de usarla para lavados nasales o irrigación sinusal.
- Evitar actividades en aguas cálidas y estancadas: Reducir la exposición a aguas dulces cálidas, especialmente durante los meses de verano.
- Usar pinzas nasales: Al nadar o realizar actividades acuáticas, considerar el uso de pinzas nasales para evitar que el agua entre en la nariz.
- Prestar atención a las alertas sanitarias: Estar atento a las advertencias y recomendaciones emitidas por las autoridades sanitarias locales.
Este trágico caso sirve como un recordatorio crucial de la importancia de la higiene y la precaución al manipular el agua, incluso cuando se considera segura. Mantenerse informado y tomar medidas preventivas puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.