El Tomahawk, el misil crucero estadounidense, es un pilar fundamental del arsenal de los Estados Unidos. Ampliamente utilizado en conflictos en Siria, Libia y contra el régimen de Saddam Hussein en Irak, este misil ha demostrado su eficacia a lo largo de los años.
El Poder del Tomahawk
Se estima que alrededor de 30 misiles Tomahawk fueron empleados en los ataques estadounidenses contra instalaciones nucleares iraníes en junio. A pesar de no ser una tecnología reciente, el Tomahawk sigue siendo una opción efectiva y relativamente económica, con un costo de $2 millones por misil. Su alcance, que varía entre 1,600 y 2,500 kilómetros, le permite alcanzar objetivos a gran distancia.
¿Qué lo Hace Tan Especial?
- Alto Poder Explosivo: Supera en capacidad destructiva a los drones de largo alcance ucranianos.
- Tecnología de Guiado Sofisticada: Asegura precisión en el impacto.
- Velocidad Subsonica: Alcanza aproximadamente 550 mph.
- Vuelo Bajo: Dificulta su detección e intercepción, ya que sigue los contornos del terreno.
La Petición de Ucrania y la Respuesta de EE.UU.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, solicitó a la administración Trump el suministro de misiles Tomahawk para atacar objetivos dentro de Rusia. Sin embargo, la respuesta fue negativa. Trump argumentó que Estados Unidos también necesita sus Tomahawks y que no tiene muchos disponibles para ceder.
Expertos señalan que, al igual que con otros sistemas de armamento proporcionados a Ucrania, como los aviones F-16 y los tanques Abrams, ningún sistema por sí solo puede cambiar el curso de la guerra. Se necesitarían cientos de Tomahawks para paralizar la infraestructura rusa, como refinerías y bases aéreas.
A pesar de esto, incluso unas pocas docenas de misiles Tomahawk permitirían a Ucrania infligir daños significativos a la infraestructura clave rusa, incluyendo la fábrica de drones Shahed en Tatarstán y la base aérea Engels-2 en Saratov oblast.