¡Frankenstein de Del Toro en Netflix! ¿Es un Error Estratégico?

¡Frankenstein de Del Toro en Netflix! ¿Es un Error Estratégico?

Guillermo del Toro y su 'Frankenstein': Un Monstruo de Belleza y Soledad

La visión de Guillermo del Toro sobre 'Frankenstein', protagonizada por Jacob Elordi, finalmente ha llegado a Netflix. Sin embargo, la estrategia de la plataforma de streaming ha generado controversia, al limitar su exhibición en salas de cine. ¿Es este un error que perjudica la experiencia cinematográfica?

Inicialmente, Andrew Garfield iba a interpretar a la criatura, pero la elección de Jacob Elordi resultó ser un acierto. Elordi, junto con el maquillador Mike Hill, reinventaron al monstruo, logrando transmitir una profunda tristeza y soledad. Este sentimiento se convierte en el corazón de la película, especialmente en su segundo acto, cuando la criatura finalmente toma la palabra.

Un Estreno Controvertido

'Frankenstein' tuvo un estreno limitado en cines el 17 de octubre, antes de llegar a Netflix. Muchos critican esta estrategia, argumentando que la plataforma está 'ahogando' el paso por las salas de cine de sus estrenos. Una película de fantasía gótica, con grandes decorados y una duración de dos horas y media, se ve especialmente perjudicada al ser relegada al ámbito doméstico.

El Amor de Del Toro por el Monstruo

La adaptación de Del Toro del mito de Mary Shelley, 'Frankenstein o El moderno Prometeo' (1818), se centra en el amor por el monstruo. La película, profundamente arraigada en la literatura, se inclina hacia una tragedia paterno-filial teñida de romanticismo gótico. La soledad de Víctor Frankenstein, marcada por la muerte de su madre y un padre distante, es clave para entender el dolor que impregna la película. La visión compasiva de Del Toro destaca la importancia del perdón.

¿Debería Haberse Visto en Cines?

Muchos argumentan que una película de la magnitud visual y narrativa de 'Frankenstein' merecía una mayor exhibición en cines. La experiencia inmersiva de la pantalla grande, con su sonido envolvente y la atención centrada en la narrativa, se pierde al verla en casa. La decisión de Netflix plantea interrogantes sobre el futuro de la distribución cinematográfica y el valor de la experiencia en salas.