Dina Boluarte: Fiesta secreta y crisis política sacuden Perú
La presidenta Dina Boluarte se encuentra en el ojo de la tormenta tras la reciente revelación de una fiesta privada celebrada en Palacio de Gobierno por su cumpleaños número 63. El evento, mantenido en estricta reserva, ha generado controversia y críticas, sumándose a la ya tensa situación política que atraviesa el país.
Celebración Oculta en Palacio
Según un informe de Cuarto Poder, la fiesta tuvo lugar el pasado 30 de mayo por la noche, con acceso restringido a través de la Puerta 6, un ingreso lateral sin registros. Entre los invitados destacaron altos funcionarios como el canciller Elmer Schialer, el exministro del Interior Juan José Santiváñez, el ex premier Gustavo Adrianzén y el vocero presidencial Freddy Hinojosa. Se reportó la presencia del actual jefe del gabinete, Eduardo Arana, aunque sin dejarse ver ante las cámaras. El evento incluyó música andina y un banquete, con prohibición del uso de teléfonos móviles.
Críticas y Regalos Polémicos
La organización del evento recayó en Carmen Giordano, asesora del Gabinete Técnico de la Presidencia, quien también está involucrada en el caso Rolexgate. El ministro de Justicia, Juan Alcántara, entregó una joya como obsequio, contradiciendo sus declaraciones iniciales. Mientras tanto, el ministro de Salud, César Vásquez, se limitó a expresar públicamente sus buenos deseos.
Congresista Pide Renuncia de Boluarte
En medio de este escándalo, el congresista Edward Málaga Trillo ha intensificado sus críticas al gobierno, anunciando que no dará el voto de confianza al Gabinete de Eduardo Arana y exigiendo la renuncia de Dina Boluarte. Málaga Trillo argumenta que no se han realizado los cambios ministeriales necesarios y que el gobierno genera incertidumbre.
Futuro Político Incerto
La situación política en Perú se mantiene volátil, con llamados a la renuncia de la presidenta y la amenaza de una moción de vacancia. La continuidad del gobierno de Dina Boluarte se ve cada vez más comprometida, mientras la ciudadanía exige transparencia y soluciones a los problemas del país. La combinación de la fiesta secreta y la crisis política plantean un desafío significativo para la estabilidad del Perú.