¡Escándalo! Exviceministro Cuba Fugó Antes de Sentencia por Caso Odebrecht
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El exviceministro de Comunicaciones, Jorge Cuba Hidalgo, ha escapado del país justo antes de la lectura de su sentencia en el Caso Metro de Lima, un proceso judicial emblemático vinculado al escándalo de corrupción de Odebrecht. La noticia, confirmada por el fiscal José Domingo Pérez durante la audiencia del miércoles, ha generado indignación y preocupación en la opinión pública peruana.
Según el reporte de la Policía Nacional del Perú, Cuba Hidalgo cruzó la frontera hacia Ecuador el pasado 20 de julio, apenas seis días antes de la fecha programada para la lectura de la sentencia. El Ministerio Público había solicitado una pena de 35 años de prisión para el exfuncionario por su presunta participación en una red de sobornos que favoreció a Odebrecht en la adjudicación de los tramos iniciales del Metro de Lima.
El Caso Metro de Lima se remonta al 2017 y fue una de las primeras investigaciones que surgieron a raíz del escándalo de Odebrecht en Perú. Además de Cuba Hidalgo, otros funcionarios y personas vinculadas al gobierno de aquel entonces están siendo investigados por su presunta participación en la trama de corrupción. Entre ellos, se encuentran Edwin Luyo, para quien también se ha solicitado una pena de 35 años de prisión, y la exvoleibolista Jessica Tejada, quien enfrenta una solicitud de 25 años de cárcel.
La fuga de Jorge Cuba Hidalgo plantea serias interrogantes sobre la efectividad de las medidas de control y vigilancia impuestas a los acusados en casos de corrupción de alto perfil. Además, revive el temor a la impunidad y socava la confianza en el sistema judicial peruano. Las autoridades han iniciado las coordinaciones con la policía ecuatoriana para lograr la captura y extradición del exviceministro y garantizar que responda ante la justicia por los delitos que se le imputan.
El escape de Cuba Hidalgo ocurre en un momento crucial, donde el Poder Judicial está intensificando los esfuerzos para sancionar a los responsables del caso Odebrecht. La fuga no solo pone en riesgo la culminación del proceso judicial, sino que también envía un mensaje negativo a la sociedad, generando dudas sobre la capacidad del Estado para combatir la corrupción y garantizar la rendición de cuentas.