La inestabilidad política sacude Madagascar. El presidente Andry Rajoelina huyó del país tras semanas de protestas lideradas por la Generación Z y la rebelión de una unidad militar de élite, CAPSAT. El parlamento votó su destitución horas después de su huida.
Disolución del Parlamento y Reacción de la Oposición
Rajoelina intentó disolver el Parlamento mediante un decreto publicado en redes sociales, una medida rechazada por la oposición. En su mensaje en X, el presidente argumentó que esta decisión era necesaria para “restaurar el orden” y “fortalecer la democracia”, pidiendo que “el pueblo sea escuchado de nuevo” y dando “paso a la juventud”.
Protestas y Crisis Política
Las protestas, inicialmente motivadas por la escasez de agua y electricidad, escalaron hasta convertirse en la crisis más grave que enfrenta el gobierno de Rajoelina en años. El presidente, sin revelar su paradero, afirmó que se vio “obligado a encontrar un lugar seguro para proteger mi vida” durante una transmisión en vivo el lunes.
Unidad Militar Toma el Control
La unidad militar CAPSAT, clave en los acontecimientos, tomó el control de la emisora estatal y anunció que estaba “a cargo” mientras el parlamento concluía el proceso de destitución. La situación actual en Madagascar es de incertidumbre, con el presidente sin responder a la destitución ni renunciar al cargo.
Reacciones Internacionales
La comunidad internacional observa con atención la evolución de los acontecimientos en Madagascar, preocupada por la estabilidad del país y el respeto al orden constitucional. Aún no hay pronunciamientos oficiales de organizaciones regionales o internacionales.