Olimpia sumó otra decepción al empatar 1-1 con General Caballero, equipo ya descendido, en un partido correspondiente a la fecha 20 del Torneo Clausura. El Decano, que contó con superioridad numérica durante gran parte del encuentro, no supo mantener la ventaja y terminó cediendo puntos importantes en Capiatá.
Un partido con altibajos
El partido comenzó con un ritmo frenético, con una clara oportunidad para Olimpia en el primer minuto. Sin embargo, el equipo no logró capitalizar sus ocasiones y, a pesar de tener el control del balón, se mostró irresoluto en la definición. General Caballero, por su parte, apostó por las transiciones rápidas lideradas por Teo Arce.
Pasada la media hora, Richard Ortiz estrelló un zurdazo en el travesaño, negándole la posibilidad de abrir el marcador. Antes del descanso, General Caballero sufrió la expulsión de Molinas, lo que parecía allanar el camino para Olimpia.
Ventaja y descontrol
En el segundo tiempo, Olimpia logró ponerse en ventaja con un gol de Alcaraz, tras un centro desde la derecha. Sin embargo, el equipo no supo cerrar el partido y desperdició numerosas ocasiones de gol, incluyendo otro remate al travesaño de Capasso.
En el tramo final, General Caballero, a pesar de estar con un jugador menos, encontró el empate con un cabezazo de Alexis Rodas, dejando sin reacción al arquero Verza. El empate desató la frustración en el campo y en las gradas.
Autocrítica y futuro incierto
Richard Ortiz, capitán de Olimpia, se mostró dolido y avergonzado por el resultado y por la temporada en general. "Tuvimos un año para el olvido, no queda otra que levantar cabeza y trabajar", declaró. Ortiz atribuyó la falta de efectividad a la ansiedad y reconoció que "todos somos culpables". Su futuro en el club es incierto.
El empate agudiza la crisis en Olimpia y deja muchas interrogantes sobre el futuro del equipo. La falta de contundencia y la incapacidad para mantener la ventaja son problemas recurrentes que deben ser abordados de manera urgente.
Próximos desafíos
Olimpia deberá trabajar arduamente para corregir sus errores y afrontar los próximos desafíos con mayor determinación. La afición exige resultados y el equipo está obligado a responder en el campo de juego.