El rugby escocés se enfrenta a una dura realidad tras su derrota ante Argentina. Un partido que prometía un triunfo cómodo se convirtió en una pesadilla, exponiendo una vez más la fragilidad del equipo.
Un comienzo prometedor...
Escocia dominó los primeros 50 minutos, construyendo una ventaja de 21-0 con tries de Ewan Ashman (2) y Jack Dempsey. Parecía que los Pumas, lejos de su mejor nivel, estaban a punto de ser aplastados. Sin embargo, en lugar de asestar el golpe final, Escocia cometió errores que permitieron a Argentina resurgir.
...Un final desastroso
Un pase arriesgado de Finn Russell fue interceptado, dando inicio a la remontada argentina. Blair Kinghorn fue penalizado, y Julián Montoya anotó, inyectando nueva vida al partido. A partir de ahí, Escocia se desmoronó. La falta de temple y la incapacidad para controlar el juego permitieron a Argentina tomar la delantera y asegurar la victoria.
Lecciones aprendidas
Esta derrota es aún más dolorosa que la sufrida ante los All Blacks la semana anterior. Demuestra que Escocia necesita fortalecer su mentalidad y mejorar su capacidad para gestionar los momentos clave de los partidos. La historia se repite, recordando el partido contra Gales en el Seis Naciones 2024, donde una ventaja similar se esfumó. Para competir con los mejores, Escocia debe aprender a cerrar los partidos y evitar errores costosos.
- Fortalecer la mentalidad de equipo.
- Mejorar la toma de decisiones en momentos cruciales.
- Aprender a controlar el ritmo del juego.