Zelensky rechaza reunión en Moscú y propone Kiev a Putin
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, rechazó la propuesta del presidente ruso, Vladimir Putin, de reunirse en Moscú para discutir la situación del conflicto en curso. En una entrevista reciente con ABC News, Zelenski calificó la idea de Putin como una táctica dilatoria y propuso, en cambio, que la reunión se lleve a cabo en Kiev.
"No pisaré la capital de los terroristas", declara Zelenski
Zelenski expresó con firmeza su negativa a viajar a Moscú, declarando: "Cada día, cuando mi país está bajo ataques con misiles y ataques militares, no puedo ir a Moscú. No pisaré la capital de los terroristas". Esta declaración refleja la profunda desconfianza y hostilidad entre Ucrania y Rusia.
El presidente ucraniano lamentó la cancelación de una reunión previamente planeada en Alaska, sugiriendo que Putin obtuvo resultados favorables de su encuentro con el entonces presidente estadounidense Donald Trump. Zelenski insinuó que Putin prefiere reunirse con Trump antes que entablar un diálogo directo con Ucrania.
Presión económica y garantías de seguridad
Zelenski también enfatizó la necesidad de aumentar la presión económica y política sobre Rusia, criticando a aquellos socios que continúan comprando petróleo y gas rusos. "El arma principal de Rusia son los recursos energéticos. La forma más efectiva de detener esto es abandonar por completo la compra de todas las fuentes de energía", afirmó.
En cuanto a las garantías de seguridad para Ucrania, Zelenski subrayó que solo un ejército nacional fuerte puede defender al país. Destacó las sólidas posiciones de las tropas ucranianas en Donbás y advirtió que Rusia tendría que hacer sacrificios significativos para tomar el control total de este territorio.
Finalmente, Zelenski criticó la idea de crear una "zona de amortiguamiento", argumentando que en la práctica ya existen "zonas de muerte" de 10 a 20 kilómetros. Considera que las propuestas de Putin son inaceptables y que su evasión de una reunión directa con Ucrania debe ser evaluada políticamente como un paso en falso.