Tensiones en Los Ángeles: Redadas de Inmigración y Respuesta Federal
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Las redadas de inmigración realizadas por agentes federales en Los Ángeles han generado una ola de indignación y protestas en la ciudad. La situación escaló rápidamente, con enfrentamientos entre manifestantes y autoridades, lo que llevó a una controversia entre el gobierno federal y las autoridades locales de California.
Redadas de Inmigración Desatan Protestas
El viernes, agentes federales llevaron a cabo una serie de redadas de inmigración en Los Ángeles, sorprendiendo a muchos y provocando una fuerte reacción por parte de grupos de defensa de los derechos de los inmigrantes. Estos grupos, que se habían estado preparando para este tipo de acciones durante meses, organizaron protestas inmediatas en varios puntos de la ciudad.
La Respuesta de Trump y la Guardia Nacional
El Presidente Donald Trump, a través de sus redes sociales, anunció que el gobierno federal intervendría para “resolver el problema” de los “disturbios y saqueadores”. Firmó un memorándum autorizando el despliegue de “al menos 2,000 miembros de la Guardia Nacional”, así como otros miembros de las Fuerzas Armadas para “proteger las funciones y propiedades federales”.
Reacción del Gobernador Newsom
El Gobernador de California, Gavin Newsom, calificó el plan de tomar el control del despliegue de la Guardia Nacional como “deliberadamente incendiario” y advirtió que “solo escalará las tensiones”. Newsom afirmó que ha estado en “estrecha coordinación con la ciudad y el condado, y actualmente no hay necesidades insatisfechas”.
La Postura de la Alcaldesa Bass
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, también se pronunció sobre la situación, agradeciendo a la policía de Los Ángeles y a las fuerzas del orden locales por su trabajo durante la noche del sábado. Sin embargo, la presencia de la Guardia Nacional en el área metropolitana de Los Ángeles aún no está del todo clara.
La situación en Los Ángeles sigue siendo tensa y se espera que las protestas continúen mientras las autoridades intentan controlar la situación y encontrar una solución que satisfaga a todas las partes involucradas. La controversia entre el gobierno federal y las autoridades locales podría tener implicaciones significativas para la política de inmigración en California y en todo el país.