La administración Trump ha dado un giro drástico en su política hacia Venezuela, ordenando la interrupción de todo contacto diplomático con el gobierno de Nicolás Maduro. Esta decisión, según fuentes oficiales citadas por The New York Times, fue tomada por el presidente Trump el jueves pasado y comunicada a su enviado especial, Richard Grenell.
¿Qué implica esta ruptura del diálogo?
La medida se produce en un momento de alta tensión entre Washington y Caracas, marcado por acusaciones de narcotráfico y operaciones militares estadounidenses en aguas venezolanas. Trump ha insinuado la posibilidad de una “fase dos” en su estrategia, que podría incluir acciones terrestres contra supuestos cárteles, aumentando la preocupación por una escalada del conflicto.
Operaciones militares controversiales
En las últimas semanas, el ejército estadounidense ha llevado a cabo varios ataques contra embarcaciones que, según Washington, transportaban drogas. Uno de estos incidentes resultó en la muerte de cuatro personas, calificadas como “narcoterroristas” por el Secretario de Defensa, Pete Hegseth, sin presentar pruebas concluyentes.
- Ataques recientes: Al menos cuatro ataques conocidos en las últimas semanas.
- Falta de evidencia: Washington no ha proporcionado pruebas claras sobre la identidad de las víctimas o la carga que transportaban.
- Víctimas: Al menos 21 personas han muerto en estas operaciones.
¿Cuál es el futuro de las relaciones entre EE.UU. y Venezuela?
La cancelación del diálogo diplomático, sumada a las crecientes tensiones militares y las acusaciones de narcotráfico, dibuja un panorama incierto para las relaciones bilaterales. La posibilidad de una escalada del conflicto, con acciones terrestres o incluso planes para forzar la salida de Maduro del poder, genera preocupación en la región y en la comunidad internacional.
Marco Rubio, figura clave en la política estadounidense hacia Venezuela, ha calificado a Maduro de líder “ilegítimo” y ha recordado la recompensa de 50 millones de dólares ofrecida por su captura, acusándolo de narcotráfico. La administración Trump parece dispuesta a utilizar “todos los elementos del poder estadounidense” para presionar a Maduro y detener el flujo de drogas hacia Estados Unidos.