El régimen de Nicolás Maduro impidió al Cardenal Baltazar Porras llegar al santuario de San José Gregorio Hernández en Isnotú, estado Trujillo, para oficiar una misa este domingo en honor al santo venezolano. Este acto ha generado una fuerte controversia entre el gobierno y la Iglesia Católica.
Sabotaje al Viaje del Cardenal
Según denunció el Cardenal Porras, el viernes 24 de octubre recibió una llamada del viceministro de Cultos, quien le comunicó la “inconveniencia” de su visita a Trujillo debido a supuestos disturbios. El Cardenal afirmó que su único propósito era presidir la eucaristía y que nunca se le informó formalmente sobre incidentes.
Suspensión de Vuelos y Despliegue Militar
Posteriormente, su vuelo de Conviasa fue suspendido, aunque luego se comprobó que el avión sí llegó a Valera. El Cardenal optó por un vuelo privado, pero fue desviado a Barquisimeto por supuestas malas condiciones climáticas, lo cual fue desmentido por la llegada de otros vuelos a Valera. En Barquisimeto, un fuerte despliegue militar impidió que continuara su viaje por carretera.
- Viernes: Llamada del viceministro de Cultos.
- Sábado: Suspensión del vuelo de Conviasa.
- Domingo: Desvío del vuelo privado a Barquisimeto e impedimento de continuar por carretera.
Reacciones y Contexto
Este incidente ocurre en un contexto de tensión entre el gobierno y la Iglesia, tras la reciente canonización de San José Gregorio Hernández y la Madre Carmen Rendiles. La situación ha sido vista como un sabotaje por parte del chavismo, que busca manipular políticamente la figura del santo.
El Cardenal Porras lamentó la situación, indicando que se le impidió cumplir con su deber pastoral. El régimen de Maduro no ha emitido una declaración oficial al respecto.