Chile se enfrenta a unas elecciones presidenciales y parlamentarias cruciales este domingo, donde los ciudadanos elegirán al sucesor de Gabriel Boric. Un total de 3.498 locales electorales abrieron sus puertas para recibir a los votantes, quienes también renovarán el Parlamento. La jornada electoral se extenderá desde las 08:00 hasta las 18:00 hora local, y se esperan los resultados oficiales unas horas después.
Intriga en la carrera presidencial
La contienda electoral presenta un panorama incierto, con ocho candidatos en la carrera por La Moneda. Jeannette Jara, representante de la izquierda y exministra de Boric, lidera las encuestas con cerca del 30% de la intención de voto. Sin embargo, la lucha por el segundo puesto se prevé reñida, con un empate técnico entre los ultraderechistas José Antonio Kast y Johannes Kaiser, este último comparado con el presidente argentino Javier Milei.
El auge de la derecha y el legado de Pinochet
Por primera vez desde el retorno a la democracia, dos candidatos con opciones reales defienden abiertamente el legado de la dictadura de Augusto Pinochet. Este fenómeno refleja la compleja relación de Chile con su pasado y la persistencia de figuras vinculadas al régimen en la vida pública.
La campaña electoral ha estado marcada por el aumento de la delincuencia y la percepción de inseguridad, temas que han sido aprovechados por los candidatos de derecha para proponer políticas de mano dura. Evelyn Matthei, representante de la derecha tradicional, ha perdido terreno en las encuestas después de haber sido la favorita durante meses.
Un electorado diverso y un futuro incierto
La existencia de diversas corrientes dentro de la derecha chilena es un fenómeno relativamente nuevo. Tras el retorno a la democracia, la derecha se mantuvo unida en una misma coalición, pero esta se resquebrajó con el surgimiento de figuras como José Antonio Kast. Ahora, se enfrentan diversas derechas con diferencias programáticas, históricas y de estilo, aunque se espera que se unan nuevamente en una eventual segunda vuelta en diciembre.
El voto obligatorio y la preocupación por la seguridad y la economía añaden incertidumbre a una elección que definirá el futuro político de Chile.