El Liverpool FC tropezó en su encuentro reciente, empatando 1-1 contra el Sunderland. Este partido puso de manifiesto una vulnerabilidad clave del equipo: su dificultad para defenderse contra pases largos, especialmente notable por la ausencia de Mohamed Salah en el once inicial. Si bien el rendimiento de Salah ha generado controversia, el partido reveló un problema más apremiante para el equipo dirigido por Arne Slot.
La Estrategia de Pases Largos Revela Debilidades del Liverpool
A lo largo de esta temporada, el Liverpool ha mostrado repetidamente debilidad ante oponentes que utilizan pases largos. En el partido contra el Sunderland, enfrentaron 73 pases largos, lo que subraya una tendencia persistente. El propio Slot admitió en septiembre que su equipo “no tenía respuesta” a la estrategia de pases largos, y los resultados desde entonces sugieren un progreso limitado.
Estadísticas Alarmantes
Las estadísticas revelan una historia preocupante: en los cuatro partidos donde los oponentes dirigieron más de 70 pases largos, el Liverpool solo ganó una vez. Los partidos contra el Crystal Palace y el Manchester United fueron particularmente dañinos, ya que ambos equipos capitalizaron la aparente debilidad del Liverpool. En los 13 partidos de la Premier League donde al menos el 20% de los pases fueron largos, la tasa de victorias del Liverpool se desplomó al 30.8%, un contraste marcado con su tasa de victorias general del 71.8% en partidos contra equipos que emplean un estilo de pase más convencional.
Robin Roefs, el portero del Sunderland, fue fundamental en la estrategia, ejecutando 31 pases largos, su total más alto de la temporada. Esta táctica jugó un papel clave en el empate del Sunderland, donde la mala comunicación en la defensa del Liverpool permitió a Chemsdine Talbi realizar un disparo después de una serie de pases largos.
Un Empate Agónico
El Sunderland, animado por una reciente victoria contra el Bournemouth, tomó la delantera en el minuto 67 con un potente disparo lejano de Chemsdine Talbi. El Liverpool, aunque dominó la posesión, careció de la fluidez necesaria. Sin embargo, en el minuto 81, un disparo de Florian Wirtz, desviado por Nordi Mukiele, les dio el empate. En el tiempo de descuento, el Sunderland tuvo una oportunidad de oro para ganar, pero Federico Chiesa realizó un bloqueo crucial.
El resultado deja muchas preguntas sobre el estado de forma del Liverpool, especialmente en casa. Para el Sunderland, es una prueba más de su capacidad para desafiar a los grandes.