Leonardo Simons, un nombre sinónimo de carisma y alegría en la televisión argentina, ocultaba una profunda batalla interna. Su suicidio en 1996, a los 49 años, conmocionó al país, dejando al descubierto las presiones y angustias que lo llevaron a tomar una decisión fatal.
Un Ascenso Meteórico Desde la Adversidad
Simons provenía de una familia humilde de Villa Crespo. Desde los 11 años, trabajó para ayudar a su familia, primero en una fiambrería y luego animando bailes en clubes. Su esfuerzo lo llevó a graduarse del Otto Krause y a estudiar locución en el ISER. En poco tiempo, se convirtió en una figura prominente en la televisión, comenzando su carrera en Canal 13 junto a Héctor Larrea.
Éxito en Canal 9 y el Peso de la Fama
Su paso por Canal 9, donde permaneció más de dos décadas, lo consagró como uno de los conductores más queridos. Programas como "Música en Libertad", "Sábados de la Bondad", "Domingos para la Juventud", "Finalísima" y "Ta Te Show" alcanzaron altos niveles de audiencia. Simons se caracterizaba por su estilo único, sus sacos con hombreras y su energía contagiosa.
La Sombra del Escándalo Familiar
En 1996, la detención de su hermano, el juez Carlos Wowe, por acusaciones de cohecho, marcó un punto de inflexión en la vida de Simons. A pesar de no estar involucrado en el caso, la exposición mediática y la vergüenza por la situación familiar lo afectaron profundamente. Se sentía responsable como figura pública y creía que debía ser un ejemplo a seguir.
Una Depresión Silenciosa
Aunque públicamente afirmaba que "en la vida siempre hay que seguir adelante", sus allegados notaban su desgano y depresión. La presión de mantener una imagen de éxito y la carga del escándalo familiar lo llevaron a tomar la trágica decisión de quitarse la vida. Dejando tres cartas de despedida que revelaban su profundo sufrimiento.
Un Legado Imborrable
A pesar de su trágico final, Leonardo Simons dejó un legado imborrable en la televisión argentina. Su carisma, talento y dedicación lo convirtieron en un ícono de la pantalla chica, recordado con cariño por el público que lo acompañó durante tantos años. Su historia sirve como un recordatorio de que detrás del brillo y la fama, existen personas con luchas internas que a menudo permanecen ocultas.