Un temblor sacudió la provincia de Mendoza este martes, generando preocupación entre los habitantes. Según el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES), el sismo alcanzó una magnitud de 4.8 grados en la escala de Richter y se registró a las 11:09 de la mañana. El epicentro se localizó a 43 kilómetros al noroeste de Uspallata y a 99 kilómetros al noroeste de la ciudad de Mendoza, con una profundidad de 131 kilómetros.
El movimiento telúrico no solo se sintió en Mendoza, sino que también se percibió en algunas zonas de Chile, lo que subraya la importancia de la preparación y la prevención en regiones sísmicamente activas.
Este evento se suma a otro sismo de menor intensidad (2.5 grados) que afectó el sur de San Juan y el norte de Mendoza durante la madrugada del lunes. Este último tuvo su epicentro cerca de Barreal, en el límite con Las Heras, y una profundidad de 101 kilómetros. Aunque de menor magnitud, también se sintió en varias áreas, especialmente en la región norte y metropolitana.
Curiosamente, el lunes también se registró un sismo en San Juan casi simultáneamente con la realización de simulacros de sismo en las escuelas de la provincia. Esta coincidencia sirvió para recordar la importancia de estar preparados ante estos eventos naturales.
¿Está Argentina preparada para un gran terremoto?
Estos recientes temblores en la región cuyana plantean interrogantes sobre la preparación de Argentina ante un posible terremoto de mayor magnitud. Si bien el INPRES monitorea la actividad sísmica y emite alertas, es crucial que la población esté informada y preparada para actuar en caso de emergencia.
Medidas de prevención ante un sismo:
- Identificar zonas seguras en el hogar, como debajo de mesas o escritorios resistentes.
- Tener a mano un kit de emergencia con agua, alimentos no perecederos, linterna y botiquín de primeros auxilios.
- Participar en simulacros de evacuación y conocer las rutas de escape.
- Mantener la calma y seguir las indicaciones de las autoridades.
La prevención y la preparación son clave para minimizar los riesgos y proteger vidas ante la eventualidad de un sismo de gran magnitud. Es fundamental que las autoridades y la sociedad en su conjunto trabajen en conjunto para fortalecer la resiliencia de las comunidades ante estos eventos naturales.