La coronación de Qhawekazi Mazaleni como Miss Sudáfrica 2025 ha generado un torbellino de opiniones, desde el orgullo de su antigua escuela hasta las críticas mordaces sobre la producción del evento. Mientras Beaconhurst High School celebra que su ex alumna inspire a las jóvenes estudiantes, figuras como Somizi Mhlongo, ex juez de 'Idols SA', no se han guardado nada al expresar su decepción con el espectáculo.
Una escuela orgullosa
Brendan Cloete, director de Beaconhurst High School, manifestó su esperanza de que Mazaleni sirva de modelo a seguir para las alumnas. Destacó su dedicación y compromiso con la sociedad, así como su perseverancia para alcanzar sus metas. La escuela, ubicada en East London, Eastern Cape, se encuentra en un estado de júbilo tras el triunfo de su ex 'Head Girl'.
Críticas al espectáculo
Sin embargo, no todo son celebraciones. Somizi Mhlongo, una personalidad mediática influyente, utilizó TikTok para expresar su descontento con la producción del certamen. Según Mhlongo, el evento careció del glamour y la magia que caracterizan a los concursos de belleza. “Se supone que los concursos de belleza te dan esa sensación mágica y caprichosa”, afirmó, lamentando la pérdida de ese elemento en los últimos años.
Mhlongo criticó la falta de espectacularidad en la apertura y la restricción creativa impuesta a los diseñadores sudafricanos. Anhela ver ese toque de 'Cenicienta', ese ambiente de baile de gala que, en su opinión, faltó en esta edición. A pesar de esto, reconoció la inteligencia de las concursantes al escuchar sus presentaciones sobre sus misiones.
¿Glamour o sustancia?
El debate está abierto: ¿debe un concurso de belleza priorizar el espectáculo visual o enfocarse en la inteligencia y el compromiso social de las participantes? La coronación de Qhawekazi Mazaleni ha desatado una conversación sobre la evolución de los certámenes de belleza y su papel en la sociedad actual. Mientras algunos añoran el glamour de antaño, otros celebran la presencia de mujeres inteligentes y comprometidas que buscan marcar la diferencia.
Más allá de las controversias, Qhawekazi Mazaleni se prepara para representar a Sudáfrica en el escenario mundial, con la esperanza de inspirar a otros con su historia y su visión de futuro.