Rosalía, la estrella catalana, eligió Madrid para presentar su nuevo álbum "LUX" de una manera que nadie esperaba. Un show sorpresa en plena Gran Vía que, si bien encendió la ciudad y emocionó a sus fans, ahora la enfrenta a una posible multa millonaria.
Un espectáculo inesperado que paralizó Madrid
El lunes, las pantallas del Cine Callao se convirtieron en el escenario de la portada de "LUX", mientras cientos de admiradores se congregaban, gritaban y grababan el momento. La energía era palpable, el tráfico se detuvo y la policía tuvo que intervenir para controlar la situación. Lo que comenzó como una celebración espontánea, rápidamente se convirtió en un dolor de cabeza para las autoridades.
¿Una multa de hasta 600 mil euros?
El Ayuntamiento de Madrid ha iniciado una investigación para determinar si Rosalía solicitó los permisos necesarios para realizar el evento. Inma Sanz, delegada de Seguridad y Emergencias, confirmó que se están revisando los registros. La falta de aviso previo podría acarrear una sanción que alcanzaría los 600 mil euros.
Borja Carabante, delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, declaró que ninguna oficina del Ayuntamiento tenía constancia del evento. El alcalde, José Luis Martínez-Almeida, aunque elogió la elección de Madrid, insistió en que las normas deben cumplirse, sin excepciones.
¿Un error de cálculo o una estrategia arriesgada?
La pregunta que surge es si Rosalía cometió una imprudencia al no solicitar los permisos correspondientes o si se trató de una estrategia de marketing arriesgada pero efectiva. Lo cierto es que el show generó una gran repercusión mediática, pero ahora la artista deberá enfrentar las consecuencias legales.
El caso de Rosalía en Madrid sirve como recordatorio de que incluso los actos espontáneos y artísticos deben cumplir con las regulaciones vigentes. La línea entre la genialidad y la imprudencia a veces es muy delgada, y en esta ocasión, parece que la cantante catalana la ha cruzado.