Un partido amistoso entre Estados Unidos y Paraguay, preparatorio para el Mundial 2026, terminó en una bochornosa batalla campal que ha dado la vuelta al mundo. El encuentro, disputado en el Subaru Park de Chester, Pensilvania, y que finalizó 2-1 a favor de los locales, se vio empañado por una violenta pelea en los minutos finales.
¿Cómo comenzó la trifulca?
Todo se originó en una disputa por un saque de banda en el minuto 91 entre Gustavo Gómez, capitán paraguayo, y Alex Freeman, defensor estadounidense. El intercambio de palabras subió de tono rápidamente, y la intervención de Sebastian Berhalter en defensa de su compañero provocó empujones y la participación de varios jugadores de ambos equipos. Los cuerpos técnicos intentaron, sin éxito, calmar los ánimos.
Las imágenes muestran a Gómez tomando del cuello al arquero estadounidense Matt Freese. Freeman, por su parte, terminó con una visible lesión en la boca. Se espera que los organizadores revisen los videos para determinar si corresponde aplicar sanciones disciplinarias.
Reacciones y Consecuencias
A pesar del incidente, el partido se reanudó tras unos minutos de interrupción. Miles Robinson, defensor estadounidense, sorprendió al bromear sobre la pelea, sugiriendo que a su entrenador, Mauricio Pochettino, le agradan este tipo de situaciones intensas. "Es algo en lo que Pochettino se involucra mucho. Le gusta ese tipo de cosas, la pasión, la intensidad de los partidos y situaciones así", afirmó Robinson.
Omar Alderete, defensor paraguayo con pasado en el fútbol argentino, fue expulsado tras ser identificado como uno de los agresores. Este incidente deja una mancha en la preparación de ambas selecciones para el Mundial 2026 y plantea interrogantes sobre el control emocional de los jugadores en partidos de alta tensión.
Próximos Pasos
Paraguay cerrará su participación en la última fecha FIFA del 2025 enfrentando a México, mientras que Estados Unidos se medirá con Uruguay. Queda por ver si la FIFA tomará medidas adicionales tras este vergonzoso episodio.