Más de 300 estudiantes de la Facultad de Psicología de la Universidad de la República (Udelar) en Uruguay han alzado su voz contra lo que consideran una "situación injusta". La controversia gira en torno a la materia "Metodología de la Investigación", cuyo parcial final, según los estudiantes, es el único que no se ha suspendido a pesar de una resolución del Consejo de la facultad.
Una Decisión que Genera Malestar
La decisión de mantener el parcial ha generado un fuerte malestar entre los alumnos, quienes argumentan que contradice la postura institucional adoptada por la facultad. Según una carta a la que tuvo acceso Montevideo Portal, el Consejo había establecido la suspensión de parciales debido al contexto de conflicto universitario, priorizando las instancias evaluativas realizadas hasta el 3 de noviembre como base para la nota final. Esta medida se aplicó a la mayoría de las materias, pero no a "Metodología de la Investigación".
"El consejo estableció que, debido al paro indefinido y al contexto de conflicto universitario, no estaban dadas las condiciones para tomar nuevos parciales, fijando que la nota final se determinará únicamente con las instancias evaluativas realizadas hasta el 3 de noviembre. Esta disposición se aplicó de forma generalizada en prácticamente todas las materias, menos en la nuestra", señala el documento.
Argumentos de los Estudiantes
Los estudiantes destacan que la materia ya cuenta con un control de lectura que se ajusta a los criterios de evaluación válidos según la resolución del Consejo. Consideran que la exigencia de un segundo parcial representa una carga adicional e injustificada, especialmente en un contexto de sobrecarga académica y movilizaciones estudiantiles.
Contexto Universitario Complejo
Esta controversia se suma a una situación ya tensa en la Facultad de Psicología. Recientemente, se aprobó la suspensión masiva de parciales finales programados para el segundo semestre de 2025, alegando la "imposibilidad de generar condiciones apropiadas para rendir". Esta medida fue motivada por informes que señalan altos niveles de estrés entre docentes y estudiantes, así como diferencias significativas entre el temario impartido y el que se evaluaría.
La situación plantea interrogantes sobre la organización académica y la equidad en las evaluaciones dentro de la facultad, generando un debate sobre cómo abordar los desafíos que enfrenta la comunidad universitaria en un contexto de conflicto y sobrecarga.