Rosalía Paniagua condenada a perpetua por el crimen de Roberto Wolfenson
El Tribunal Oral en lo Criminal N° 4 de San Isidro dictó sentencia: prisión perpetua para Rosalía Paniagua, la empleada doméstica acusada del asesinato del empresario Roberto Wolfenson en su residencia del country La Delfina, en Pilar. El veredicto, emitido tras un juicio que comenzó el 3 de noviembre, se basó en la confesión de Paniagua durante la tercera audiencia.
Paniagua, originalmente acusada de “robo calificado por el uso de arma en forma impropia en concurso real con homicidio criminis causa”, admitió su responsabilidad el 5 de noviembre. Argumentó que el crimen fue resultado de una confrontación luego de ser descubierta robando un celular. Según su relato, Wolfenson la amenazó con denunciarla, lo que derivó en una agresión física que culminó con la asfixia del empresario.
La defensa de Paniagua intentó justificar el robo alegando que la esposa de Wolfenson le había solicitado el celular para espiar a su marido, una versión que las fuentes del caso consideran inverosímil. La autopsia reveló ADN de Paniagua bajo las uñas de la víctima, reforzando la hipótesis de la fiscalía.
¿Un caso cerrado o un análisis más profundo?
Si bien la confesión y las pruebas parecen contundentes, algunos analistas jurídicos sugieren cautela. ¿Se investigaron a fondo todas las posibles líneas de investigación? ¿Existían otros motivos o personas involucradas? La celeridad del juicio y la fuerte presión mediática podrían haber influido en el resultado. Este caso, como muchos otros, plantea interrogantes sobre la administración de justicia y la búsqueda de la verdad.
- La confesión de la acusada.
- Las pruebas de ADN encontradas.
- El testimonio de los investigadores.
La condena a Paniagua cierra un capítulo, pero deja abierta la discusión sobre si se ha hecho verdadera justicia en el caso Wolfenson. El tiempo dirá si surgen nuevas evidencias o si la verdad completa permanece oculta.