EE.UU. despliega buques cerca de Venezuela: Lucha antidrogas o escalada?
La Casa Blanca ha confirmado el despliegue de tres buques de guerra estadounidenses, con aproximadamente 4.000 efectivos a bordo, en aguas cercanas a Venezuela. La portavoz Karoline Leavitt declaró que Estados Unidos está dispuesto a usar "todos los elementos de su poder" para frenar el flujo de drogas hacia el país y llevar a los responsables ante la justicia.
Los destructores USS Gravely, USS Jason Dunham y USS Sampson se dirigen al Caribe como parte de los planes de la administración Trump para combatir a los carteles de la droga en América Latina. Un alto funcionario del Pentágono, hablando bajo anonimato, confirmó que la presencia de los buques se extenderá por varios meses.
Según informes de Reuters, el despliegue también incluye aviones de espionaje P-8, acorazados y submarinos de ataque. Trump ha vinculado directamente a los carteles latinoamericanos con el flujo de fentanilo y otras drogas que, según su administración, están devastando comunidades y alimentando la violencia en ciudades estadounidenses.
Este despliegue se produce tras la firma secreta, a principios de mes, de una directiva que autoriza al Pentágono a usar la fuerza militar contra los carteles de la droga latinoamericanos, previamente designados como organizaciones terroristas por la administración Trump. En febrero, el Tren de Aragua (Venezuela), la MS-13 (El Salvador) y seis grupos mexicanos recibieron esta misma designación.
¿Una escalada en las tensiones?
El despliegue de buques estadounidenses cerca de Venezuela ha generado diversas reacciones. Mientras algunos lo ven como un paso necesario para combatir el narcotráfico, otros lo consideran una potencial escalada en las tensiones entre ambos países.
Implicaciones para Colombia
La situación podría tener implicaciones para Colombia, considerando la extensa frontera compartida con Venezuela y los desafíos en la lucha contra el narcotráfico. Un mayor control marítimo podría afectar las rutas de tráfico de drogas y generar cambios en las dinámicas criminales en la región.
- Mayor vigilancia en el Caribe.
- Posibles cambios en las rutas de narcotráfico.
- Impacto en la seguridad regional.