El Tribunal Superior de Bogotá ha fallado a favor de Ángela Gisela Ordóñez Vinasco, exconcursante del programa 'Desafío 2006' de Caracol Televisión, declarando a la cadena televisiva civilmente responsable por los perjuicios sufridos a raíz de un grave accidente durante la competencia. La decisión revoca un fallo anterior y establece un precedente importante en la responsabilidad de las productoras de reality shows.
El Accidente en 'El Desafío'
El incidente ocurrió el 18 de julio de 2006, mientras Ordóñez, participante de la categoría “Los rebuscadores”, realizaba una prueba en bicicleta. Según el Tribunal, el circuito carecía de las mínimas condiciones de seguridad. La falta de elementos de protección, como casco y rodilleras, sumado al mal estado del terreno, provocaron que Ordóñez perdiera el control, sufriendo graves lesiones.
Consecuencias del Accidente
Tras el accidente, la exconcursante fue trasladada de urgencia al Hospital General de la Plaza de la Salud en Santo Domingo, donde se le diagnosticó trauma craneoencefálico, contusión temporal derecha y hemorragia meníngea traumática, entre otras complicaciones. Las secuelas neurológicas y físicas permanentes redujeron su capacidad laboral en un 66,78%, según Colpensiones, y derivaron en la pérdida de la custodia de su hijo.
La Decisión del Tribunal
El Tribunal Superior de Bogotá determinó que Caracol Televisión no adoptó las medidas de seguridad necesarias para proteger a los participantes, incumpliendo sus deberes de diligencia y previsión. Por lo tanto, declaró ineficaz la cláusula del contrato que exoneraba a la cadena de responsabilidad por los daños sufridos durante el programa. La productora deberá pagar una millonaria indemnización por los perjuicios ocasionados a Ordóñez y a su hijo.
- El Tribunal consideró que la cláusula de exoneración violaba los límites del orden público, la buena fe objetiva y el equilibrio contractual.
- La decisión marca un hito en la jurisprudencia colombiana sobre la responsabilidad de las empresas de entretenimiento en la seguridad de sus participantes.
Este caso pone de manifiesto la importancia de garantizar la seguridad y el bienestar de los participantes en los programas de telerrealidad, así como la responsabilidad de las productoras en la prevención de accidentes y la protección de los derechos de quienes participan en este tipo de formatos.