El Secretario de Transporte de los Estados Unidos, Sean Duffy, ha emitido una severa advertencia sobre las posibles consecuencias catastróficas de un prolongado cierre del gobierno. Según Duffy, la industria de la aviación podría enfrentar un "caos masivo" si la situación no se resuelve pronto. Esta declaración se produjo durante una conferencia de prensa celebrada frente al Ala Oeste de la Casa Blanca, donde Duffy estuvo acompañado por el Vicepresidente JD Vance y Chris Sununu, presidente y CEO de Airlines for America.
Duffy enfatizó que un cierre prolongado del gobierno podría afectar gravemente la capacidad de la Administración Federal de Aviación (FAA) para operar de manera segura y eficiente. La FAA es responsable de la supervisión del tráfico aéreo, el mantenimiento de los equipos de navegación y la certificación de los pilotos y aeronaves. Un cierre podría significar la suspensión de estas actividades esenciales, lo que aumentaría el riesgo de incidentes y retrasos significativos.
Impacto en los Viajeros y la Economía
Las implicaciones para los viajeros serían inmediatas y sustanciales. Los retrasos en los vuelos se multiplicarían, las cancelaciones serían más frecuentes y la confianza del público en el sistema de transporte aéreo se vería seriamente erosionada. Además, el impacto económico sería considerable, afectando a las aerolíneas, los aeropuertos, las empresas de turismo y otros sectores relacionados.
Chris Sununu, de Airlines for America, respaldó las advertencias de Duffy, señalando que la industria de la aviación ya está lidiando con una serie de desafíos, incluyendo la escasez de personal y el aumento de los costos del combustible. Un cierre del gobierno solo agravaría estos problemas y podría poner en peligro la viabilidad de algunas aerolíneas.
Llamado a la Acción
Tanto Duffy como Vance instaron al Congreso a actuar con rapidez para poner fin al cierre del gobierno y evitar una crisis en la industria de la aviación. Subrayaron la importancia de garantizar que la FAA tenga los recursos necesarios para cumplir con su misión de proteger la seguridad de los cielos estadounidenses.
- Retrasos masivos en vuelos.
- Cancelaciones frecuentes.
- Impacto negativo en la economía del turismo.
- Posible escasez de personal en la FAA.
La situación sigue siendo volátil, y el futuro de la industria de la aviación en los Estados Unidos depende de la capacidad del gobierno para resolver este impasse político. La comunidad internacional observa con atención, consciente de las posibles repercusiones globales de una crisis en el sistema de transporte aéreo estadounidense.