La Unión Sindical Obrera (USO), el sindicato más grande de la industria petrolera en Colombia, ha tomado una postura firme y se ha distanciado del gobierno del presidente Gustavo Petro con respecto a su visión de la transición energética. La USO argumenta que las políticas actuales están afectando negativamente a Ecopetrol, la principal empresa petrolera del país.
Preocupaciones de la USO sobre el futuro de Ecopetrol
Según el presidente de la USO, César Loza, decisiones como la posible venta del Permian, el cobro retroactivo que la DIAN (Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales) está aplicando a Reficar (Refinería de Cartagena), y la negación de licencias ambientales por parte de la ANLA (Autoridad Nacional de Licencias Ambientales), podrían llevar a Ecopetrol a una situación financiera crítica, incluso a la quiebra.
La USO considera que la política energética del gobierno, basada en la suspensión de nuevos contratos de exploración y explotación de hidrocarburos, y en el debilitamiento de Ecopetrol, carece de respaldo técnico y contraviene la evidencia internacional sobre la necesidad de una transición energética gradual, planificada y soberana.
La USO y las elecciones de 2026
De cara a las elecciones presidenciales de 2026, la USO ha anunciado que recomendará a sus afiliados votar por un candidato de centro-izquierda que defienda la industria petrolera y el patrimonio de Ecopetrol. Esto refleja la preocupación del sindicato por el futuro del sector y la necesidad de un liderazgo que apoye la estabilidad de la empresa y la soberanía energética del país.
Defensa de la soberanía energética
La USO ha emitido una carta pública a su Junta Directiva Nacional y a los trabajadores del sector, reafirmando su compromiso con la defensa de la soberanía energética y los recursos naturales de Colombia. El sindicato considera que Ecopetrol enfrenta hoy el ataque más grave a su patrimonio público en toda su historia, y llama a la unidad para proteger la empresa y garantizar su sostenibilidad.
En resumen, la USO ha tomado una posición clara y contundente frente a la política energética del gobierno de Gustavo Petro, priorizando la defensa de Ecopetrol y la soberanía energética de Colombia.