El debate sobre el aumento del salario mínimo para 2026 en Colombia ya está en marcha, generando gran expectativa entre trabajadores y pensionados. El Gobierno de Gustavo Petro se prepara para iniciar las mesas de concertación a partir del 1 de diciembre, donde gobierno, empresarios y centrales obreras buscarán un acuerdo sobre la cifra que regirá el próximo año.
¿A quiénes impacta el aumento del salario mínimo?
Según el DANE, millones de colombianos están vinculados laboralmente, y un porcentaje significativo de ellos percibe un salario mínimo mensual. Este aumento no solo afecta a los trabajadores activos, sino también a aquellos pensionados que reciben el salario mínimo como mesada, impactando directamente su poder adquisitivo.
De acuerdo con el Fondo de Pensiones Públicas (FOPEP), los pensionados que reciben un salario mínimo verán su mesada ajustada según el incremento que se defina en las mesas de negociación o mediante decreto presidencial. En contraste, aquellos que reciben una mesada superior al salario mínimo tendrán un aumento basado en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) vigente en diciembre.
Incentivos para las empresas
El Gobierno ha propuesto un aumento importante del salario mínimo para 2026, acompañado de una estrategia de incentivos dirigida especialmente a las pequeñas y medianas empresas (Pymes). Esta estrategia busca facilitar la aceptación de un aumento salarial significativo, aliviando la carga financiera sobre las empresas.
El Ministro del Trabajo, Antonio Sanguino, ha destacado la importancia de acompañar el ajuste salarial con políticas de apoyo a las empresas, como subsidios tributarios y programas de incentivos para la creación de empleo, especialmente para jóvenes, mujeres víctimas de violencia y personas con discapacidad.
Criterios técnicos para el aumento
Sanguino explicó que las variables consideradas para definir el aumento salarial son la inflación causada, la inflación esperada y el índice de productividad. Estos datos provienen de diversas fuentes, incluyendo el DANE, el Ministerio de Hacienda, el Banco de la República y el propio Ministerio del Trabajo.
Aunque aún no hay una proyección definitiva del aumento del salario mínimo para 2026, las negociaciones y las políticas de apoyo a las empresas prometen un debate interesante y crucial para el futuro económico de Colombia.