¡Especulación en Ticketmaster! Precios por las nubes para ver a los Pacers
La fiebre por los Indiana Pacers está por las nubes, ¡y Ticketmaster lo sabe! Con el equipo a un paso del campeonato en el Juego 7 contra Oklahoma City Thunder, la demanda por ver el partido, incluso en una watch party, se ha disparado a niveles absurdos.
Precios inflados en la reventa
El Gainbridge Fieldhouse, hogar de los Pacers, ha organizado varias watch parties durante las finales de la NBA. Los boletos originalmente se vendieron a $5 dólares, con el objetivo de recaudar fondos para la Pacers Foundation. Sin embargo, la reventa en Ticketmaster ha alcanzado precios escandalosos. ¡Algunos boletos superan los $150 dólares!
La indignación de los fanáticos se ha manifestado en redes sociales, denunciando la especulación y la avaricia de revendedores y bots que acapararon las entradas para lucrarse. Muchos expresan su frustración por no poder acceder a un evento que, originalmente, buscaba ser accesible para todos los seguidores del equipo.
Reacciones en redes sociales
Las redes sociales se han inundado de comentarios negativos hacia Ticketmaster y los revendedores. Los fanáticos claman por soluciones que eviten este tipo de prácticas abusivas en el futuro.
- "La gente que compra boletos para eventos deportivos con el único propósito de revenderlos es patética."
- "Intentar vender un boleto de admisión general de $5 para una watch party por $150… Eso es asqueroso. Un verdadero fanático de los Pacers podría haber tenido esos boletos."
- "Ticketmaster es terrible y una gran mayoría de los boletos para la watch party del Juego 7 fueron revendidos por bots. ¡$70-100 por un boleto es inaceptable!"
La controversia ha generado un debate sobre la necesidad de regular la reventa de boletos y proteger a los consumidores de prácticas abusivas. Algunos incluso sugieren la organización de otra watch party en un espacio más grande, como el Lucas Oil Stadium, para satisfacer la alta demanda.
Mientras tanto, los verdaderos fanáticos de los Pacers esperan que el equipo les dé una alegría en la cancha, más allá de los problemas con las entradas.