Esta noche, el Cilindro de Avellaneda será una caldera. Racing Club se enfrenta a Flamengo en la semifinal de vuelta de la Copa Libertadores, buscando una remontada épica que lo lleve a la final. Tras la derrota 1-0 en Brasil, la Academia necesita ganar por dos goles para clasificar directamente, o por uno para forzar los penales.
Un Cilindro que late al ritmo de la ilusión
Más de 60.000 hinchas coparán las tribunas, y millones más alentarán desde sus casas. El equipo de Gustavo Costas confía en la actitud y la intensidad física para superar a un Flamengo con mayor poderío económico y futbolístico. La ilusión de volver a una final de Libertadores después de más de cinco décadas es palpable.
Un hito histórico al alcance de la mano
Racing solo ha ganado la Copa Libertadores una vez, en 1967. Esta oportunidad representa un quiebre emocional para los hinchas, que sueñan con revivir aquella gesta. El partido de hoy es el más importante del año, incluso más que la final de la Recopa. La Academia se juega el año, y la posibilidad de alcanzar la gloria continental.
La diferencia económica no juega en la cancha
Si bien el plantel de Flamengo está valorado en 196 millones de euros, mientras que el de Racing es considerablemente menor, en el fútbol la billetera no siempre gana. La historia está llena de ejemplos de equipos modestos que superaron a gigantes. Racing confía en su garra y en el aliento de su gente para dar el batacazo.
Gustavo Costas, un símbolo del club, apela al corazón de sus jugadores y al fervor de la hinchada para lograr la hazaña. ¿Podrá Racing escribir una nueva página dorada en su historia? La respuesta, esta noche, en un Cilindro que promete ser una fiesta.