La designación de Carlos Presti como Ministro de Defensa, el primer militar en ocupar ese cargo desde el fin de la dictadura, ha desatado una ola de controversia en Argentina. Mientras el gobierno de Javier Milei celebra esta decisión como el fin de la "demonización" de las Fuerzas Armadas, organismos de derechos humanos la denuncian como una provocación y un retroceso en la memoria histórica del país.
Seminarios de la Discordia: ¿Qué se Enseña en Defensa?
La polémica se intensifica con la revelación de seminarios de "verdad completa" impartidos por simpatizantes de represores dentro del Ministerio de Defensa. Estos cursos, iniciados bajo la gestión de Luis Petri, parecen destinados a profundizarse con la llegada de Presti, un hombre cuyo padre fue acusado de crímenes de lesa humanidad y que jamás ha repudiado dichos actos.
La pregunta que surge es: ¿qué tipo de "verdad" se está promoviendo dentro del Ministerio? ¿Se está reescribiendo la historia para minimizar o justificar los horrores de la dictadura? Estas interrogantes generan profunda preocupación en un país que aún lidia con las heridas del pasado.
Reacciones y Dudas en el Ámbito Político y Militar
La designación de Presti también plantea interrogantes sobre la reconfiguración de la cúpula militar. Se espera la salida del jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Xavier Isaac, debido a su mayor antigüedad militar respecto al nuevo ministro. Esta reestructuración podría generar tensiones internas y alterar el equilibrio de poder dentro de las Fuerzas Armadas.
Además, la fuerte influencia de Karina Milei en la designación de Presti genera suspicacias. Su cercanía con el Regimiento de Granaderos a Caballo, una unidad clave en la vida diaria de la Casa Rosada, sugiere una creciente militarización del gobierno y un posible intento de controlar el poder militar desde el círculo íntimo del presidente.
¿Un Nuevo Capítulo o un Peligroso Retroceso?
La designación de Carlos Presti como Ministro de Defensa y la promoción de seminarios de "verdad completa" plantean serias dudas sobre el rumbo que está tomando la política de defensa en Argentina. ¿Se trata de una genuina búsqueda de reconciliación o de un intento de reescribir la historia para favorecer una narrativa negacionista? El tiempo dirá si este nuevo capítulo será un avance hacia la consolidación de la democracia o un peligroso retroceso hacia un pasado que muchos creían superado.